El estudio Escobar tenía un reto principal: incluir una oficina que no estuviera 100% aislada del family room, y a la vez darle privacidad.
El diseño de este espacio tiene como foco central un panel calado divisorio de madera que fracciona visualmente los espacios, permitiendo a la vez ver a través de el y generar sensación de amplitud y continuidad. El sistema del panel permite abrir y cerrar la división según el nivel de privacidad que se requiera, logrando integrar las dos áreas.
La paleta de colores tiene como tono principal el “greish”, un tono neutro entre gris y beige que aporta el balance perfecto de elegancia y calidez. El acabado de madera natural resalta el punto focal del espacio y otros detalles ubicados estratégicamente como el negro del escritorio y el estampado del puff, aportan contraste y dinamismo al ambiente.
El mueble TV cuenta con un sistema integrado de puerta para el piano escondido, que además al abrirla, sirve como apoyo para partituras.
El nicho estructural se destaca con un recubrimiento en madera y entrepaños con iluminación indirecta, ideal para ubicar elementos decorativos.
Diseñado en Ammé Decor.
